3º DÍA DEL QUINARIO A NUESTRA SEÑORA DE LA PIEDAD
Bajo tu protección nos acogemos, Santa Madre de Dios. No deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades. Antes bien, líbranos siempre de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita.
LECTURA-REFLEXIÓN
Jesús vuelve de nuevo a tomar sus vestidos, deja la púrpura y la caña, pero no la corona. Es Rey y como Rey va a morir, por eso su corona no cae de su cabeza. Ya tomó, abrazándose a ella, la cruz, y el cortejo se puso en marcha. Rodeado de soldados y verdugos que le insultan y maltratan sin cesar, de una muchedumbre inmensa que le maldice y se goza en verle sufrir y de dos ladrones criminales, camina Jesús.
Contémplale: esa respiración fatigosa que oyes, es la suya, no puede más. El reguero de sangre que deja en el camino, dice cómo lleva su cuerpo, todo hecho una llaga por los azotes. La Cruz es muy pesada, no es el peso material de ella, sino todo lo que con ella ha cargado sobre sí, ¡es el peso de todos los pecados de los hombres! ¡Qué peso más espantoso! También tus pecados van en aquella cruz oprimiendo a Jesús y no puede con ese peso. ¡Qué extraño si es tan grande!
No obstante, nadie le alivia. Mira a todas partes y no encuentra una sola persona que le alivie su Cruz. Te mira a ti, a ver qué haces ante este cuadro y a lo más, encuentra palabras bonitas, hermosos deseos, pero prácticamente, ¿cuánto haces por aliviar el peso de la cruz de Cristo? ¿Te acuerdas de esto en tus caídas, en tus faltas frecuentes? Mira a la Santísima Virgen; Ella sola, Ella, ¡la única!, que no arrojó el peso de sus pecados, que nunca tuvo, sobre la cruz de su Hijo. Ella, ¡la única!, que puede y sabe consolarle, aliviarle y ayudarle. Ponte junto a Ella, imítala y pídele que te enseñe a consolar y a aliviar a Jesús.
ALABANZAS A LA SANTÍSIMA VIRGEN DE LA PIEDAD
Alabemos a la Virgen de la Piedad, nuestra Reina y Señora, diciéndole: VIRGEN DE LA PIEDAD, ENSÉÑANOS A NO PECAR.
Porque tú eres la única que consuela a Jesús.
Porque tú eres la única concebida sin mancha de pecado.
Porque en ti vemos el ejemplo para ayudar a Jesús, siendo obedientes a su Palabra
(En un momento de silencio, pidamos al Señor, por intercesión de Nuestra Señora de la Piedad, la gracia que deseemos alcanzar)
INTENCIONES DEL QUINARIO:
Pedimos por Carmelo Cimas, antiguo albacea de nuestra cofradía, y por todos los fallecidos del Cuerpo Nacional de Policía.
ORACIÓN FINAL
OH, MADRE Y VIRGEN DE LA PIEDAD, QUE EN TU REGAZO TIENES A TU HIJO, MUERTO POR NUESTROS PECADOS. TUS MANOS LEVANTADAS OFRECIÉNDOLO AL PADRE. TU MIRADA CLAVADA EN EL CIELO. LA PROFECÍA DE SIMEÓN CUMPLIDA, Y TU ALMA TRASPASADA POR EL DOLOR DE VER Y TENER A TU HIJO MUERTO. SEÑORA DE LA PIEDAD, AYÚDANOS A CONSOLARTE, SIENDO TESTIGOS DE TU HIJO EN MEDIO DE NUESTRO MUNDO, LLEVANDO SU AMOR A TODOS NUESTROS HERMANOS. ASÍ SEREMOS TAMBIÉN HIJOS TUYOS. POR JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR.
AMÉN.